Las rocas se forman a partir de diferentes procesos naturales que unen minerales y otros materiales.
La formación de rocas es como cocinar un pastel 🎂: diferentes ingredientes (minerales) se combinan y se transforman bajo diferentes condiciones (calor, presión) para crear algo nuevo. Entender cómo se forman las rocas nos ayuda a comprender la historia de la Tierra 🌍 y los procesos que la moldean.
Imagina un volcán 🌋. Cuando el magma (roca fundida) se enfría y se solidifica, ya sea dentro de la Tierra (formando rocas intrusivas) o en la superficie (formando rocas extrusivas), se forman las rocas ígneas. Un ejemplo es el granito (intrusiva) que se forma lentamente bajo tierra y la obsidiana (extrusiva) que se enfría rápidamente en la superficie, creando un vidrio volcánico.
Piensa en la arena en la playa 🏖️. Con el tiempo, capas de arena, conchas y otros materiales se acumulan. La presión de las capas superiores compacta las capas inferiores, y los minerales disueltos en el agua actúan como cemento, uniendo los granos. Así se forman las rocas sedimentarias como la arenisca (de granos de arena) y la caliza (de restos de conchas y esqueletos marinos).
Imagina presionar una bola de arcilla 🧱 con mucha fuerza. La forma y la estructura de la arcilla cambian. De manera similar, cuando las rocas ígneas o sedimentarias se someten a altas temperaturas 🔥 y presiones ⚙️ en el interior de la Tierra, se transforman en rocas metamórficas. Por ejemplo, el esquisto se forma a partir de la arcilla, y el mármol se forma a partir de la caliza.